Aprovechando que pasaba una tarde en Santander... visité este jardín del que hoy os hablo.
Abierto al público en 1983, fue antes finca de recreo de un relevante Armador, banquero... vamos un señor con "posibles" que se decía antes.
Como el dinero no era mucho problema, se sabe que el propietario encargo a afamado Forestier que diseñase un jardín en la finca de Valdenoja (actualmente jardín de Mataleñas) pero no puede certificarse a ciencia cierta que el diseño final fuese del Francés.
Por contra si parece probado que Javier Winthuysen, el más relevante de los paisajistas españoles de la época, dejo su huella en el diseño del jardín del Empresario, al menos en parte del diseño de 1930.
En 1983 es adquirido por el ayuntamiento de la capital de Cantabria, una finca de casi 20 hectáreas. ¿El estado de los jardines?: abandono absoluto.
La ubicación del jardín permite unas vistas increíbles de la bahía de Santander, estando en la rasa costera y ascendiendo hasta el faro de cabo mayor. Ahora podemos recorrer la costa por un sendero circular desde el parque al faro y descender por el parque en su zona más boscosa, tierra adentro, paralelo a la carretera al faro.
El jardín se restaura y abre al público pero el diseño original fue modificado para ejecutar el campo de golf municipal. Y se ha ido investigando y recuperando elementos y trazados originales del jardín.
Desde su acceso, con un muro de piedra y una alineación de palmeras canarias ya da la sensación de una finca señorial. En esta zona el estilo informal con paseos y praderas salpicadas de árboles. Casi de frente a la entrada, una rosaleda y una majestuosa pérgola dan un pellizco de formalidad al conjunto.
Poco a poco al adentrarnos en el parque podemos elegir bordeando la costa hasta el Faro. Donde encontramos la pequeña cala de los Molinucos y más alejada la playa de Mataleñas que da nombre al parque. En un camino flanqueado por un lado por el acantilado al mar y por el otro el muro del campo de golf de la ciudad. Si elegimos la zona interior accedemos a una zona con un estanque y zonas más boscosas.Como decía antes ambos paseos confluyen en el faro de cabo mayor. Eso si, pasando primero por el parque 2020 un parque realizado en una pradera natural (con polémica incluida) en homenaje a las victimas del Covid de la ciudad.
Siento no poder mostraros más fotografías, fue una visita rápida, en el margen que me nos dio una tormenta...
Mucho ha cambiado Santander. No recuerdo para nada ese jardín. Está claro que las cosas en muchas ciudades españolas han mejorado ostensiblemente en lo que se refiere a la jardinería pública. A ver si la privada comienza a despegar también y mejoran las cosas para los profesionales. Este año me sorprendió recibir en la Barrosa a más de 600 personas durante las jornadas de Puertas Abiertas, entre ellos unos cuantos profesionales y gente con jardines. Algo se mueve, sin duda.
ResponderEliminarUn saludo
por desgracia J Antonio en otras, parece que prima el talar arboles, el retirar jardines y poner toldos para sombrear lo que sombreaban los arboles , hormigonar los jardines... para que el calor de ese clima cambiante nos achicharre más... me alegra saber que has tenido tantas visitas eso habla mucho y bien de tu jardín comoya te he comentado en otras ocasiones y yo que me alegro. Pocos me parecen!
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