Parece que de forma recurrente vuelvo al botánico de Gijón. Y ya llevo desde el 2009 con esta relación con el JBAJ y bueno aprovecho cada visita para comparar con las anteriores...
Allá por el 2009, en los primeros días de mi primer trabajo como ingeniero...suena mi teléfono. Cuelgo, estoy trabajando y seguro que es un teleoperador... Pero insistne, así pues en un descanso llamo a dicho número. Al otro lado, coge el teléfono un hombre, se presenta como Ricardo Librero, responsable por aquel entonces del botánico (podéis leer una entrevista suya en el blog) me comunica que he resultado ganador del concurso de diseño de parterres del Jardín botánico Atlántico de Gijón. Si he de ser sincero jamás pensé en ganar. Desde entonces mantengo relación con Ricardo y como podéis imaginar guardo un gran recuerdo de este jardín asturiano.
Lógicamente había planificado un "acto" para la entrega de premio...por tanto debía personarme en el Jardín botánico de Gijón, ponerme elegante... el acto se fue posponiendo... cansado de esperar a que se retome el acto decidí a visitar el jardín (en invierno y verano).
El jardín se emplazaba en la zona de la Rionda, junto a la panera asturiana, que ahora ocupa un jardín de nuevas perennes diseñado por Fernando González (entrevistado en el blog hace 2 semanas). En resumen, el concurso pedía que se utilizasen plantas de temporada que se usaban por el ayuntamiento en los jardines municipales, que aunque con el mismo diseño variaban de especies a los 6 meses (temporada primavera-verano y otoño-invierno respectivamente)
Cosas del destino, al año siguiente trabajando como formador surge de nuevo una salida formativa al Jardín Botánico Atlántico de Gijón.
En estas dos visitas recuerdo que, tras haber visitado el botánico de Madrid, me sorprendió la disposición de las plantas, no encorsetadas en parterres y calles rectas. Por contra en este jardín botánico las plantas aparecían ubicadas por biomas de aspecto natural o al menos más informal. La inclusión de un espacio con Robles centenarios, un jardín histórico o una zona de plantas comestibles o útiles... son cosas que como digo me llamaron la atención.
Pasaron aproximadamente unos 10 años, de nuevo había retomado mi faceta como formador y ... ¿a donde decidimos ir de excursión?. En esta visita apenas pude dedicar media hora al jardín por ciertos "contratiempos". Mi sensación fue de cierto descuido, o falta de medios... la gestión de un botánico dependiente de un ayuntamiento siempre es compleja y con cambios de rumbo según el interés/desinterés de las diversas corporaciones municipales...Aun así me alegró ver que había cambios y ampliaciones, como una zona de vegetación dunar y un laberinto, que si no recuerdo mal aún estaba en ejecución.
Dos años más tarde, este mes de octubre de 2024, de nuevo como formador, me toca elegir destino para la "excursión". Las opciones: Lur garden (un poco lejos de Palencia), el jardín de estilo japonés diseñado por Luis Vallejo en la mítica bodega Vega Sicilia ( no permiten visitas) y el Botánico Atlántico de Gijón... Ha sido una concatenación de casualidades las que ha hecho que se de esta visita y como ha acontecido. Hace dos semanas entreviste como digo Fernando para el blog, y al comentarle que teníamos planificada una visita a Gijón. La respuesta es que estará por allí ese día y que nos mostrará su trabajo en el botánico.
Llegado el día y cumpliendo con su palabra nos esperaba Fernando González (y el director del Botánico Altántico de Gijón). La verdad que fue una grata coincidencia y espero que mis alumnos tomasen nota de las explicaciones y consejos, yo al menos lo hice.
En esta ocasión pudimos dedicar toda la mañana al botánico. Me pareció que ha habido cambios a mejor en el jardín, pese a necesitar probablemente más recursos, personal.... Lo primero que me llamó la atención es la ubicación de la colección de bonsáis, antes repartidos por el jardín de la isla, ahora a la entrada del jardín. Felicitar a Cristina de Bonsai Astur por el cuidado de estos ejemplares, aunque me ha dicho que han sufrido el calor de este verano, lucían bastante bien.Por fin he podido visitar el espacio dedicado a la vegetación dunar y el laberinto de laurel y los juegos infantiles con seres mitológicos, cerrados a cal y canto en otras ocasiones. Me gusta esa mezcla entre espacio puramente botánico y zonas donde prima la estética. Las plantaciones de Fernando González, con el cambio de estación y en algún caso por lo reciente de su plantación no lucían al 100% pero en primavera y verano tiene que ser una locura pasear entre dichos parterres.
Por poner una pega muchos de los frutales no lucen muy bien (falta de poda o no adecuada, algunos enfermos o moribundos) fue la zona que menos me gustó, al igual que el cambio de las fresas a los pies de los árboles por las aromáticas... creo que la idea de que los visitantes se sentasen y pudiesen disfrutar de las fresas era una gran idea, no digo que las aromáticas no lo sean pero me parece más visto. La zona de las plantas medicinales, útiles... algo desangelada, al igual que la huerta (entendible por el cambio de cultivos)
La tienda de plantas del botánico siempre es digna de mención, Marian Parra la regenta con un exquisito gusto y siempre dispuesta a asesorar a sus posibles clientes.
En general me alegra decir que el jardín esta mejor de lo que yo esperaba. Mi felicitación a la dirección, investigadores y personal laboral por ello. En esta ocasión la proximidad con el Samain o Hallowen el jardin estaba ambientado con decoraciones y actividades a tal efecto...Una de las muchas actividades que se organizan en este espacio durante todo el año.
No se cuando volveré pero espero que siga la curva ascendente.
https://mariopaisajista.blogspot.com
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