Un manto gris florido

A veces pasa... plantas que solo ves en jardines con cierto tiempo, que no ves en los viveros de tu zona, de repente aparecen en un jardín "moderno". Este es el caso de la planta de la que hablaré hoy.

 El Cerastium tomentosum, es una planta de la familia de las Caryophyllaceas que siempre he visto en patios, jardines... con unos cuantos añitos. En general pasan de un jardín a otro regalados por un vecino o un pariente.  Pero hace unos meses, casualmente me fijo en unos "parterres", en un parque recién reformado en Palencia, ¡plantados de Cerastium!

Esperé poco tiempo para verlos en floración, un manto delicado manto de florecillas blancas lo cubrían todo. En este momento del año han perdido ese aspecto, y lucen marchitos supongo que algún problema en su cuidado y las condiciones climatologías attípicas de este fin de primavera tengan la culpa.

El Cerastium tomentosum es una planta de muy poca altura, sobre 10 -15cm con hojas pequeñas en lanceoladas y como su nombre delata: tomentosas. Esto quiere decir que cuentan con unos tomentos o pelillos que cubren la hoja y le confieren un tono blanco grisáceo aún mayor a la mata.

La floración es de invierno a primavera incluso en verano (según el clima) , pequeñas pero incontables de un color blanco que combina a la perfección con el follaje verde grisáceo, no en vano en algunos lugares su nombre común es nieve de verano.

Es una planta muy resistente a la sequía pero agradece riegos de vez en cuando, prefiere exposiciones soleadas donde florecerá con profusión. No es exigente en suelos siempre que estén bien drenadas, aunque prefiere suelos calizos y arenosos.

Por si fuese poco tolera la salinidad ( para un jardín costero). Y tampoco requiere abonados o cuidados especiales.

Puede resentirse si tiene demasiada humedad o no tiene riego y el ambiente es muy seco cuando aún no esta bien establecido. En general tolera bien las heladas. Como digo una planta bastante resistente .

Podemos utilizar este Cerastium en jardinería como tapizante, incluso sustituyendo al césped (y además ahorrando agua), en rocallas, jardines próximos al mar, para muros floridos, en grietas entre caminos, para cubrir espacios entre otras plantas o en las zonas delanteras de combinaciones de porte más alto. También prospera en macetas sin mucho problema.

Se extiende siempre que se le deje cubriendo todo el espacio por lo que habrá que controlarlo mediante la poda, también para mantenerlo tupido.

Es fácil multiplicar por esquejados  o división de matas.  En cuanto a las semillas prosperan fácilmente y es una forma de reproducirlo. 

Sea como fuere, lo ideal es utilizar su capacidad de propagación para cubrir huecos que hayan quedado en la "alfombra" que crea.

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