Ruibarbo, hortícola casi olvidada (en españa)

Si, hoy hablamos del Ruibarbo, una hortícola que en España apenas se consume...

Esta planta asiática de la familia de las poligonaceas es conocida en España más por sus alusiones en películas y series anglosajonas que por su consumo actual en la península ibérica.

Como comento Rheum rhaponticum ( y sus híbridos) llegan a Europa siglos atrás (s. XVII)
Son plantas de las que se consumen, al igual que en las acelgas, sus pencas (los tallos de las hojas)
Pero tiene una particularidad, el ruibarbo concentra gran cantidad de oxalatos, por lo que puede ser tóxico para las personas. De hecho no se consumen sus hojas por este motivo.

Cultivar Ruibarbo requiere de tiempo y espacio, tiempo porque al menos desde que sembremos uno o plantemos un esqueje debemos dejar que su rizoma crezca y engorde almacenando sustancias de reserva durante una temporada antes de poder cosechar...  eso si si todo va bien podremos disfrutar de dicha verdura durante largo tiempo  (se habla de hasta 10 años de vida productiva)

Como comento esta planta pierde sus hojas en periodos fríos y retoña de las reservas del rizoma generando una roseta de hojas de gran tamaño con peciolos de 40cm. de longitud.
También obviamente estos rizomas almacenan sustancias para emitir sus grandes tallos florales.

En general se puede clasificar en tres grupos de variedades, las de color rojo, rosado y verde.
Siendo más  demandadas por sus coloraciones llamativas las  variedades rojas, que se utilizan en repostería (tartas y mermeladas)

No solo tiene aplicaciones gastronómicas ya que sus grandes hojas y sus peciolos coloreados pueden resultar muy interesantes para el cultivo como ornamental en muchos y distintos estilos.  Y la planta es utilizada por la industria farmacéutica por sus propiedades (mucho cuidado con utilizarla en casa... mejor dejar esta especie en manos de los laboratorios para estos fines, ya se ha comentado su toxicidad para el ser humano...)

El Ruibarbo es una planta rústica, adaptada a los climas de regiones templadas, resistiendo frió y sequía.
La permanencia durante años en el lugar de plantación implica buscar un suelo fértil, sin encharcamientos, preferentemente neutro o muy poco ácido.
En general el exceso de sol y calor al igual que el frío paraliza su crecimiento esperando a épocas del año menos extremas.
Le gusta los lugares luminosos pero no un sol excesivo como el que puede encontrarse en algunas zonas de la península ibérica. Por tanto una zona bien iluminada pero sin sol directo puede ayudar a su mejor crecimiento.

La cosecha de las pencas de esta planta se realiza en primavera hasta principios de verano, arrancando o cortando desde base las hojas del rizoma dando varias pasadas y siempre dejando una cantidad suficiente de vegetación. Retirando sin sobrepasar el limite que comprometa la vida de la planta, ya que tendrá que almacenar reservas para futuras brotaciones del siguiente año.
Para evitar desgaste de energía en producir semillas no es mala idea eliminar los tallos florales.
En algunos lugares se cultiva esta planta bajo cubierta forzando su brotación y en condiciones de oscuridad a modo de blanqueamiento (como con las endivias)


Multiplicarla el ruibarbo no tiene mayor problema pues se puede dividir el rizoma o separar hijuelos  conservando así las características de la variedad o bien si se quiere reproducir sexualmente la plantación de las semillas no suele tener mayor problema a sabiendas de la posible perdida de homogeneidad con la variedad de origen.

Yo personalmente no tengo muy claro si en épocas pasadas tubo más consumo en España, en la actualidad parece que su venta podría decir que es anecdótica, encontrándose en determinados establecimientos a modo de  verdura "exótica".

Afortunadamente la tendencia en auge de cultivar nuestras propias verduras ha hecho que cada vez mas aficionados a la  horticultura prueben a disponer un espacio para probar esta verdura y ampliar especies y recetario. Por tanto en unos años es de esperar que aun no siendo una especie "popular" aumentará su presencia.

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