La flor de Mexico

Si es una Dahlia, una flor conocida y cultivada desde la antigüedad por los antiguos habitantes de lo que hoy es México, de hecho es su flor nacional...
Para Europa fue descubireta en la conquista de América, allá por el 1500 después de cristo, fue descrita por Francisco Hernandez, medico de la corte que por encargo del soberano español Felipe II se embarca en un viaje para inventariar la riqueza natural de la "nueva España".

Ya se comenta que la Dahlia se utilizaba como comestible y medicinal por los pueblos americanos, y se utilizaba su flor como ornamental.

En 1798 se envían desde Mexico a Antonio José Cavanilles (director de los reales jardines de Madrid) el primer material vegetal, que logra hacer florecer en los años sucesivos.
Nombrando a una de las plantas logradas Dalhia en honor del botánico Andreas Dalh.
Desde ese momento empiezan a multiplicarse y distribuirse por distintos puntos de europa, llegando a Italia, Alemania, Francia o Inglaterra (donde hay una verdadera pasión por esta planta).
El descubrimiento y  aporte de nuevas especies que se hibridaban entre si en Europa y la consecución de variedades fue exponencial, favorecido por la facilidad de multiplicación de sus raíces tuberosas, que a su vez permite su fácil transporte e intercambio.

En la actualidad encontramos múltiples formas, colores  y tamaños de esta flor americana, siendo de las que mayor cantidad se han fijado o mejor dicho continúan, pues cada año los obtentores sacan al mercado novedades en este sentido.

Es una planta de la familia de las compuestas, que como se ha comentado se multiplica vegetativamente desprendiendo una de sus raíces tuberosas de una raíz principal, siempre teniendo en cuenta que los brotes aparecen próximos a la raíz madre. O bien por esquejes de los tallos emitidos al principio de la brotación.
Brota durante la primavera encontrando ejemplares de pequeño, mediano y gran porte(más de medio metro), brotan formando una mata de donde durante toda la primavera, verano y hasta la llegada del frió emite tallos florales.
Necesitan sol, y agua pero sin encharcarlas (aumentándose según se acerca la floración y los calores veraniegos), por tanto un suelo suelto y con buen drenaje sería ideal. Al producir tantas flores no es mala idea aportarles un buen abono para tal fin.
Para evitar perdida de energía en producir semillas que redundara en menos flores, se eliminaran las flores marchitas.

En la misma planta aparecen flores de más entidad que otras, estas ultimas vienen de tallos secundarios, pudiendo eliminarse los botones para obtener floraciones de mayor tamaño.
Como se ha comentado en invierno ha de protegerse las raíces tuberosas del frío, una buena capa de sustrato puede servir, pero son apetecibles para los roedores del jardín. Un buen método es una vez muerto el follaje desenterrarlas, eliminar las raíces con aspecto débil o enfermo y quedarse el resto, pudiendo dividir la mata para la plantación de la siguiente primavera.

Tampoco les gusta el exceso de calor teniendo un parón en la floración en caso de darse este hecho.
Son sensibles a distintas enfermedades, pero en general pueden controlarse sin mucho problema, siendo una planta utilizada con profusión en jardines de mayor o menor entidad por la espectacularidad de sus flores y sus no demasiados requerimientos.
Una flor espectacular, con multitud de tamaños, flores de diversos colores y formas, que seguro que encajan en las plantas de temporada de cualquier jardín.

Una nota más desde hace unos años el día 4 de Agosto es el día de la Dalhia en México,a modo de reconocimiento del valor ornamental que ha adquirido por todo el mundo.

(Muestro entre las fotos un jardín realizado para el concurso internacional de jardines de Chaumont sur Loire confeccionado integramente con Dahlias)

Un saludo y hasta el próximo martes.

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