Esta casa de las palmeras, esta situada a un extremo del parque, por lo que puede quedar "olvidada" en la visita entre las cientos de hectáreas de zonas ajardinadas.
Por encargo del Emperador Francisco José, se levanto en 1882 este precioso invernadero de hierro y cristal diseñado por Franz Xaver Sagenschmid. Como cualquier edificio o construcción con cierta edad ha pasado diversas visicitudes. Sufrió la perdida de los cristales y a consecuencia de ello gran parte de los ejemplares tropicales que albergaba por la explosión de una bomba en la 2ª guerra mundial. Reabierto en 1953, cerrado de nuevo en el 1976 por miedo a un posible colapso de la estructura, reabierto tras la reforma en 1990. Y presume de ser el último de la época construido en Europa continental.
El edificio es bonito en si mismo,ligero y elegante. Una estructura de acero que parece imitar y fundirse con las plantas que alberga. Tiene una longitud de 110m, 28m de ancho y una altura de 25m. Cubriendo toda la superficie 45000 cristales. Rodeado de tejos recortados, próximo al zoo (del que le separa el jardín japones del que hable aquí) y a otro invernadero dedicado a la fauna y flora del desierto.
El espacio consta de tres cuerpos, un espacio central el de mayor tamaño y dos salas accesorias a cada lado. Donde se cultivan especies con más o menos requerimientos de temperatura.
Se pueden ver ejemplares de todo el mundo desde Nueva Zelanda, a la zona mediterránea o China. La variedad parece infinita pese a lo limitado del espacio.
Puentecillos, estanques, caminos serpeteantes nos sumergen en un ambiente muy distinto al exterior donde poder contemplar olivos centenarios, azaleas, orquídeas, plantas carnívoras, frutales tropicales coco de mar, helechos arborescentes, camelias, Nenúfares gigantes Victoria amazonica...
El parque es gratuito, pero si quieres entrar a visitar la casa de las palmeras, tendrás que atenerte a unos horarios y pagar la entrada correspondiente.
Otro motivo más para visitar el parque del Schönbrunn ¿no os parece?
Como en otras entradas sobre Viena, el viaje se realizó en noviembre como puede apreciarse en las fotografías.
mariocpaisajismo@gmail.com
mariopaisajista.blogspot.com.es
Precioso invernadero, sin duda. Ya no se construyen estructuras con esa elegancia y esa belleza. He visto invernaderos nuevos en otros jardines botánicos y no tienen nada que ver.
ResponderEliminarSaludos
Supongo que marcaban el final de una época en la que lo artesanal o artistico pese a ser al alcance de unos pocos era relativamente más asequible o las horas empleadas no se repercutian tanto en el precio... desde luego pocos o ninguno de los modernos pueden hacer sombra a estas maravillas...
EliminarHola Mario, me encanta este invernadero, menos mal que en mi jardín no pega jajajajajaaaa, muchas gracias por mostrarnos cosas tan interesantes, un abrazo.
ResponderEliminarjejeje con ese tamaño costaría ubicarlo en muchos jardines jejeje.
EliminarGracias a ti por comentar.
Mario muchas gracias por mostrarlo y que no pase inadvertido para nuestros ojos y la información que nos aportas. Un saludo y si te animas en Plantukis estamos haciendo un concurso de fotografía de flores y floraciones, me encantaría que participaras.
ResponderEliminarMuchas gracias Raul, lo del concurso se que hay muy buenos fotografos les dejaremos a ellos la "lucha"
EliminarSiempre me han fascinado los invernaderos, son lugares magníficos de gran belleza arquitectónica y este es precioso, me imagino a Sissi paseando entre palmeras y ejemplares de todo el mundo.
ResponderEliminarGracias por darlo a conocer, tomo nota del nombre por si voy por allí.
Un abrazo!
es facil imaginarlo!!!!!!!!!!!!!!!!!
EliminarMe encaaaantaaaa!!! En ese invernadero caben muchísimos jardines como el mio :-)
ResponderEliminarUn abrazo, Mario.
y como el mio jejejej
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