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viernes, 6 de enero de 2017

Jardin Japonés de Schönbrunn, un pedacito de oriente en Viena.


La imagen no engaña es un jardín de estilo japonés, pero... en pleno corazón de Europa.

Viena, ciudad monumental donde las haya cuenta con grandes parques y jardines, dentro del emblemático parque del palacio de Schönbrunn encontramos una pequeña joya pincelada oriental...

El parque de dicho  palacio en sí tiene una extensión inmensa, unas 160 ha., no podía ser de otra manera para ser un parque digno de un emperador, ya que el Schönbrunn era la residencia de verano de los Habsburgo.

Según nos alejamos del palacio vemos y vamos dejamos atrás parterres, fuentes, pérgolas, glorietas, conjuntos escultóricos...todo ello  en consonancia con el estilo barroco del conjunto.  En la zona baja del  parque hallamos un espacio reservado a un laberinto y un zoológico de los más antiguos del continente y con bastante renombre en la actualidad.

Es en este extremo del parque, ya casi junto al cerramiento perimetral, zona sin tantos visitantes, donde se sitúan dos bonitos invernaderos de hierro del siglo XIX, construidos al igual que en otros muchos lugares de toda Europa para albergar flora tropical (como el palacio de cristal del parque del retiro de Madrid por poner un ejemplo...).
En el espacio situado entre el zoo y dichos invernaderos se encuentra un pequeño jardín de estilo oriental, del que os voy a hablar en la entrada de hoy.

Este jardín se mantiene en pie por casualidad o mejor dicho se ha vuelto a levantar. Según he leído esta zona del jardín estaba abandonada o descuidada hasta que una ciudadana del país del sol naciente reconoció entre los restos ruinosos y llenos de maleza lo que podía haber sido un jardín muy familiar para ella, de los llamados "secos" o karesansui.


Tras varias investigaciones parece ser que aquella mujer tenia razón en dicha zona había existido un jardín de los llamados Karesansui o "secos" por estar constituidos en gran parte por gravas y rocas.
En 1913 el jardinero jefe del Schönbrunn, Anton Hefka, decidió construir un jardín japonés a imitación de otro similar del Reino Unido. Poco tiempo después con la primera guerra mundial asolando Europa, obviamente los jardines dejaron de ser una prioridad...  Este pequeño jardín japonés quedó cubierto de vegetación espontánea por la falta de mantenimiento y languideció durante ocho décadas si no muerto, en estado comatoso... cayendo en el total olvido...

Tras el hallazgo y la posterior investigación/confirmación del emplazamiento del jardín y estilo (japonés) se restaura un año después con ayuda de expertos jardineros japoneses, era el año 1998. Tras el desbroce, eliminar la tierra, reordenar gravillas,  acondicionar el arroyo, mover y recolocar las piedras... El jardín volvió a retomar su antiguo aspecto. Aprovechando el fortuito hallazgo y la colaboración de los paisajistas japoneses se ejecutaron dos nuevos jardines adosados al original, otro jardín de tipo "seco" y un jardín de Té.


El conjunto sorprende por el entorno y el país donde se encuentra dicho jardín.No es un espacio amplio pero no lo necesita para apreciar su belleza. Muy de agradecer son los carteles explicativos y esquemas que bordean el jardín (eso si en japonés y alemán) que detallan los elementos constituyentes, su emplazamiento y el simbolismo de este tipo de jardines.


El palacio y parque del Schönbrunn vale la pena por si solos o por alguno de sus elementos... asi que este pequeño jardín puede ser otro motivo tan bueno como otro para visitar este rincón de la capital Austriaca  (ya hablaremos en otros post sobre dicho lugar, prometido)


A mi personalmente todos los jardines orientales me llaman la atención, este martes he querido compartir con vosotros este jardín con una historia llena de casualidades y que encontré por casualidad.
Las fotos son de dos años consecutivos que pude visitarlo en noviembre y al menos un año se estaban realizando labores de mantenimiento. Por tanto no lucía en todo su máximo esplendor, aún así espero que las fotografías plasmen su esencia.

Hasta la próxima semana. El martes como siempre nueva publicación. ¡¡¡¡¡¡Os espero!!!!!.

mariocpaisajismo@gmail.com
mariopaisajista.blogspot.com.es
  

6 comentarios:

  1. Muchas gracias Mario, buena información. Y aunque yo soy mas de jardín lleno de color y revoltijo, estos también me gustan. Un abrazo.

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    1. Ainss sabia yo que iva salir el tema de poco color en algun comentario (te ha tocado a ti Lola jejeje), es cierto que tenemos esa idea preconcebida pero en los jardines japoneses hay ejemplos de uso de plantas que aportan colores como azaleas, camelias, arces... en las fotos es cierto que no hay mucho mas que verde... pero era noviembre en Austria... te pongo un enlace de otro que publique hace tiempo esta vez en Belgica, tampoco estaba en su momento pero alguna flor habia y algo mas de color...
      http://mariopaisajista.blogspot.com.es/2015/04/jardin-japones-de-hasselt.html
      Desde luego hay jardines occidentales tal vez mas basados en las floraciones pero también esque nos han vendido una idea de que el jardin japonés es un espacio vacío con grava y piedra gris y algun tono verde de poquita vegetación y hay muchos estilos y variantes...

      Gracias por comentar Lola, a mi estos jardines me llaman poderosamente la atención en todas sus formas... bueno ¿cual no? jejeje
      un saludo

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  2. Es precioso, Mario. En todas partes del mundo gustan los jardines japoneses, no hay país con jardín grande que no dedique un espacio a este estilo.
    Saludos!

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    1. Supongo que será para nosotros como para ellos jardines de estilos europeos... algo exotico que llama la atenciíon

      saludos

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  3. Vengo de Viena y de visitar, cómo no, estos jardines descomunales del llamado veraneo de Sissi emperatriz. Los caminé lentamente durante horas en una mañana sin sol y no por eso fueron menos hermosos. Lo más bello para mí fue subir a la zona del bosque tras las cascadas en el extremo opuesto al palacio y pasear viendo saltar, jugar y comer a las ardillas, metida de lleno en la naturaleza.
    Vi el jardín japonés, lo recuerdo bien, en un extremo del inmenso jardín real, pero reconozco que aunque admiradora de la cultura oriental, estos jardines secos me dicen poco. Eso que me pierdo!

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