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martes, 12 de abril de 2016
Beginhof de Vijngaard, Brujas
En esta ocasión y para desengrasar un poco de la anterior entrada más técnica, hablaremos de un lugar que en primavera esta en su mejor momento, un lugar que fue fundado alrededor del año 1200.
¿Pero que es un beaterio o beginaje? es una comunidad religiosa de mujeres que sin ser monjas vivían como tales, rezando y con votos de pobreza y castidad, muchas eran viudas, húerfanas....
Este movimiento surgido en Lieja en el siglo XII fue extendiéndose por muchos países europeos.
Este monasterio de "laicas" se crea por un grupo de mujeres con pocos recursos que se alojan en un lugar alejado de la ciudad de brujas, en un lugar llamado la viña (de ahí su nombre), para poder mantenerse trabajan para los famosos tejedores de la localidad. Poco a poco ganan el favor de los poderosos, hasta que en el siglo XV acaba siendo un beginaje para mujeres de cierta posición en su gran mayoría. Por aquel entonces pese a estar ya englobado en la ciudad funciona como un municipio independiente dentro de Brujas.
Debido a la Francia revolucionaria queda suprimido, pero en el siglo XIX se retoma la actividad si bien nunca con el esplendor de siglos atrás, llegando a su actualidad transformado en monasterio de monjas benedictinas.
El espacio se articula en un patio cerrado central que es bordeado por una treintena de casas blancas de las beginas, así como su iglesia.
Este patio central no es un alarde de setos podados, fuentes y avenidas,no le hace falta, ni se busca tal gestión del espacio.
Al traspasar el portón nos hallamos en una pradera con altísimos árboles salpicados, e infinidad de bulbos de narcisos (de ahí que en primavera sea su mejor momento), crean un efecto de sosiego, equilibrio y tranquilidad en medio de la vorágine de guias, grupos, obturadores...
Simple y eficaz , los rectos troncos de los álamos enfatizados con el fondo blanco de las casas nos hacen llevar la vista al cielo, los narcisos floridos a cientos o miles nos hacen volver a la tierra ... y todo de forma natural como si nadie lo hubiese planeado, como un trozo de bosque insertado en pleno casco histórico.
Un lugar donde no es difícil de imaginar la vida de un monasterio, un "claustro" menos encorsetado si se me permite la palabra.
Estas comunidades religiosa de Flandes son reconocidas por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. Muchos de ellos tienen encantadores jardines que poder visitar.
Este lugar del que hoy os hablo, es una postal típica de esta ciudad belga, hasta algunas cajas de los famosos bombones de este país llevan dibujos alusivos...
Si tenéis pensada una escapada a Bélgica, no hay excusa para visitar este lugar. Eso si, como patio de un monasterio, no olvidéis que hay que intentar mantener silencio y que sus puertas se abren y cierran a determinadas horas.
Pero... si os parece poco este y otros enclaves de este país que ya he comentado en el blog, en breve os daré otro que seguro no os dejara indiferente por dimensiones y espectacularidad... pero para eso habrá que esperar a próximas entradas.
mariocpaisajismo@gmail.com
mariopaisajista.blogspot.com.es
Muy curioso lo que nos cuentas Mario y muy bonitas las fotos. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Lola, las últimas quedaron algo movidas... pero bueno hay veces que no quedan muchas para escoger...
Eliminar¡Qué bonita la historia de esta comunidad y sus jardines! De Bélgica sólo conozco Bruselas ¡y el riquísimo chocolate belga, jaja! pero tomo nota de todo lo que cuentas para saberlo y poder visitarlo.
ResponderEliminarUn beso grande, Mario.
jejeje por el chocolate, los gofres solamente por eso ya vale la pena el viaje... pero hay muchos lugares que visitar si te gustan los jardines en esa zona... de hecho en el blog ya os he puesto alguno que otro.
EliminarSaludos Montse
Me sorprendieron mucho estos lugares cuando los descubrí (virtualmente, nunca he visitado ninguno). Los tengo anotados para cuando se presente la oportunidad.
ResponderEliminarBonitas las fotos.
Si Monica, es más cuando estaba colgandolo me acorde que hace poco has publicado tu un escrito al respecto y seguro que te hacia gracia leerlo...
EliminarSaludos
Conozco el lugar pero está mucho más bonito ahora en primavera que en verano, a pesar de su austeridad. Gracias por compartir tus fotos y conocimientos.
ResponderEliminarJose A.
Gracias a ti por el comentario, sin los lectores el blog no tiene sentido.
EliminarSaludos Jose A.
Oh mis comunidades vegines!y cómo recuerdo en especial ésta de Brujas. Pude incluso visitar una de las casitas y estar en silencio dentro,degustando la vida de esas mujeres en ese espacio -había poco turismo dentro del recinto- y recuerdo su pequeño huerto, diminuto y oloroso, un miniclaustro amoroso.
ResponderEliminarLa descripción que aquí se hace es para mí exacta y muy acertada, pues transmite esa quietud de siglos bajo el enjambre de árboles aquí y allá sin intención alguna, salvo la de iluminar la mirada al cielo, estando bien arraigado a la tierra.
Cuánto agradezco poder compartir este arrobo que sentí las horas que pasé dentro.
Fuera es una postal turística encantadora. El canal, los muchos cisnes deslizándose , el puentecillo airoso que da acceso al recinto...todo hace de este espacio un lugar delicioso e inolvidable.
Gracias!
si aun habiendo tantos turistas mantienen esa esencia de recogimiento.
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